Zaragoza, un enclave único muy cerquita del Pirineo Aragonés, zona en la que cuando vas, vuelves con la idea de dejarlo todo e irte a vivir a los Pirineos una temporada para parar y respirar tranquilidad ¿Has sentido alguna vez esa sensación? Si no lo has sentido es porque no has conocido todavia nuestros Pirineos, las joyas naturales de la comunidad autónoma de Aragón, con enclaves destacados como Benasque, L’Ainsa, Bielsa, Torla-Ordesa, Biescas, Jaca, Hecho y Ansó.
Son parajes que van mutando a lo largo del año y para los que siempre hay una buena excusa para visitar: en invierno, podemos esquiar, primavera y el otoño ese cambio de colores y en verano, nos aguardan paisajes verdes, ibones con aguas cristalinas, bosques y refrescantes cascadas.
En el colegio mayor todos los meses hacemos una excursión a una zona del Pirineo Aragonés, hay que apuntarse rápido porque las plazas vuelan y el sábado 18 de Noviembre 2023 nos vamos a conocer el Valle de la Garcipollera en un lugar maravilloso, imposible mantenerlo en secreto, rincón tranquilo y lleno de magia. Un valle lleno de historia y de naturaleza. A tan solo 15 minutos de Jaca, y tras cruzar el puente de Castiello, se abre frente a nosotros el larguísimo Valle.
Desde Castiello de Jaca se abre un pequeño valle transversal surcado por el río Ijuez, es tan discreto y recogido que suele pasar desapercibido. Pero en su interior pasan muchas cosas.
A mediados del pasado siglo el Estado procedió a su expropiación para reforestarlo y evitar así la colmatación del vaso del embalse de Yesa. Los habitantes de Bescós, Acín, Larrosa y Villanovilla tuvieron que buscar otro lugar para vivir y el valle se llenó de silencios y ausencias. Se creó entonces una Reserva Nacional de Caza y se introdujeron tres ciervos procedentes de Toledo. El trío se multiplicó y hoy se contabiliza la mayor población de venado de todo el país. Éste es uno de sus alicientes, pero no el único.
La carretera asfaltada conduce hasta las ruinas de Bescós y el camino sigue a través de una pista en buen estado que permite atravesarla tanto a pie como en coche o bicicleta. Mantiene un ligero ascenso casi imperceptible al principio, rodeada por un paisaje de grandes pinares reforestados, rosales, endrinos, zarzas y la rica fauna. Lo normal es que algún ciervo se cruce en nuestro camino.
En Villanovilla se acaba el mejor tramo. Este pueblo nunca quedó abandonado del todo y ahora ha sido primorosamente rehabilitado. Vuelve a tener las hechuras de un pueblo pirenaico de piedra y pizarra; el único en todo el valle. Hay un albergue y un restaurante dentro del pueblo que sirve comida típica de la tierra
Desde aquí queda todavía un trecho hasta la ermita de Santa María de Iguácel, declarada Bien de Interés Cultural y valiosa joya del románico levantada en 1072. Consta de una nave rectangular cubierta de madera, tres puertas de arco de medio punto en degradación y un ábside semicircular. El edificio está rodeado de una agradable explanada con bancos y mesas para reponer fuerzas tras la caminata. Oficina de Turismo de Jaca . [ Jacetania ]
¿Preparadas para la próxima aventura?
Si conocéis algún sitio del Pirineo Aragones que tengamos que conocer cuéntanoslo, intentaremos guardar el secreto 🙂